El equipo parisino, con la liga casi asegurada, mostró una actuación deslucida, evidenciando falta de motivación.
PARÍS – PSG y Mónaco concluyeron sin alterar el marcador en un encuentro donde Kylian Mbappé y su cambio al medio tiempo captaron la atención. El guardameta Gianluigi Donnarumma emergió como la figura del partido, realizando paradas decisivas que mantuvieron al PSG a flote.
El equipo parisino, con la liga casi asegurada, mostró una actuación deslucida, evidenciando falta de motivación. La ausencia de jugadores clave como Dembélé y Fabian Ruiz dejó al PSG sin la chispa habitual, facilitando la tarea defensiva del Mónaco.
Volvieron a sacar a Mbappé
Luis Enrique, técnico del PSG, aprovechó la ventaja en la tabla para rotar su plantilla, pensando en compromisos futuros de la Liga de Campeones. Mientras tanto, el Mónaco buscaba afianzarse en los puestos de clasificación para la competición europea, añadiendo importancia al duelo.
La actuación de Mbappé pasó inadvertida, repitiendo la controversia de su sustitución temprana como en el partido anterior. Sin embargo, fue Donnarumma quien se erigió como el héroe, frustrando al Mónaco con intervenciones magistrales.
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A pesar de la solidez de Donnarumma, el PSG no logró imponerse, y solo Marco Asensio probó al arco rival con un tiro leve. Los cambios introducidos por Luis Enrique no alteraron el curso del juego, que permaneció equilibrado hasta el final.