Santiago Giménez jugó todo el partido, tuvo un par de jugadas claras que no supo capitalizar en gol.
VOLENDAM.- El Feyenoord, con el delantero mexicano Santiago Giménez al frente, visitó al modesto Volendam en la jornada 28 de la Eredivisie. El equipo local, con apenas tres victorias en su haber, se enfrentaba al sublíder de la liga, en un duelo que prometía ser desigual.
El Kras Stadion fue testigo de cómo Giménez, vistiendo el uniforme alternativo del Feyenoord en azul y blanco, desperdició una oportunidad dorada en los primeros minutos con un disparo que se elevó por encima del travesaño. A pesar del dominio abrumador del Feyenoord durante la primera mitad, el balón parecía tener un pacto con el equipo local, manteniendo el marcador en un inesperado empate sin goles.
La frustración se palpaba en el aire cuando, justo antes del descanso, Giménez falló una ocasión clarísima, enviando lo que parecía más un centro que un disparo a gol, dejando escapar la posibilidad de adelantar a su equipo.
El segundo tiempo trajo consigo un momento de humanidad y respeto, cuando Benaissa Benamar y Safouane Karim, jugadores del Volendam, hicieron una pausa en el juego para romper su ayuno de Ramadán, un gesto que trasciende el deporte.
A medida que el reloj avanzaba, el equipo de Arne Slot se mostraba incapaz de encontrar la fórmula para perforar la red adversaria. La mala fortuna y la falta de precisión se aliaron para condenar al Feyenoord a un empate sin goles, a pesar de sus 23 intentos de gol, 10 de ellos directos al arco.
El árbitro central, Martin van den Kerkhof, añadió un total de 20 minutos entre ambos tiempos, una eternidad que no fue suficiente para cambiar el destino del encuentro.
Santiago Giménez, presente durante todo el partido, no pudo ser el héroe que su equipo necesitaba para acortar distancias con el líder PSV, que se mantiene a 9 unidades de distancia. El Feyenoord dejó escapar una valiosa oportunidad, y este empate sabe más a derrota que a punto ganado.