El mexicano jugó los 90 minutos y había tenido un buen desempeño hasta los últimos minutos de juego
VALENCIA, España.- El Valencia derrotó con mucho sufrimiento al Celta de Vigo por 2-0 gracias a los goles de Manu Vallejo y Kevin Gameiro en el tiempo de prolongación, en un encuentro en el que los gallegos jugaron en inferioridad numérica la última media hora de juego por la expulsión de su portero Rubén Blanco.
A esa mayor posesión inicial del Valencia le fue dando la vuelta el Celta con el paso de los minutos, aunque ni unos ni otros eran capaz de generar ocasión alguna hasta que en el ecuador del primer tiempo Wass sorprendió con un gran disparo desde la frontal que acabó en gol aunque fue anulado por fuera de juego, en el inicio de la jugada del internacional danés.
Las continuas interrupciones y el juego horizontal de ambos conjuntos apenas dio ritmo a un partido en el que los locales no encontraron la forma de hacer daño a su rival, mientras que los gallegos echaron mucho en falta la ausencia de Iago Aspas en su faceta ofensiva ya que el meta valencianista Jasper Cillessen, que jugaba su primer partido de esta temporada, apenas tuvo trabajo.
En la reanudación, el Valencia incrementó su dominio aunque tan solo generaba cierta inquietud con las subidas por la banda izquierda de Gayà.
Al cuarto de hora de juego, una gran asistencia al hueco de Kang In para Maxi Gómez acabó con el meta visitante expulsado, tras consultar el árbitro Valentín Pizarro con el VAR y ver las imágenes en televisión.
Con media hora por delante se presentaba un nuevo escenario de partido. Gracia, aunque sin estar en el banquillo al cumplir su segundo partido de sanción, dio entrada a Gameiro y Manu Vallejo. Un claro mensaje a los suyos de que había que ir a por los tres puntos.
El Valencia buscó a la desesperada la victoria ante un Celta bien pertrechado atrás. La agonía valencianista cambió en el tiempo de prolongación gracias a una gran asistencia de Kang In a Manu Vallejo, que acabó con un suave pase-remate del atacante andaluz que acabó en el fondo de las mallas. Gameiro, en el último minuto del partido, ponía el 2-0 definitivo.