El Tottenham sacó la casta y en el último minuto anotó el gol con el que derrotó al Manchester City de Pep Guardiola.
INGLATERRA.- Un doblete del delantero Harry Kane, que anotó el gol decisivo en el minuto 95, dio el triunfo 3-2 en el Etihad Stadium al Tottenham y acabó con la racha del Manchester City para reanimar la lucha por el título de la Premier.
El conjunto de Pep Guardiola no pudo evitar su tercer revés en la competición inglesa. Llevaba quince partidos sin perder. Catorce triunfos y un empate. No caía desde que fue superado por el Crystal Palace el 30 de octubre. Pero perdió ante el cuadro del italiano Antonio Conte en un choque lleno de alternativas, con un final frenético que cayó del lado londinense.
El tropiezo 'citizen' alienta al Liverpool. El cuadro del germano Jurgen Klopp, segundo, tiene seis puntos y un partido menos que el equipo de Pep Guardiola. Todo está abierto aún. Los reds, que ganaron al Norwich antes, se meten de lleno en la puja.
DUELO DE VOLTERETAS
Tomó ventaja el Tottenham a los cuatro minutos con una contra perfecta que dirigió el surcoreano Heung-Min Son hasta llegar al área. El meta brasileño Ederson salió al paso y el coreano cedió la pelota al sueco Dejan Kulusevski, que la llevó a la red.
Empató el City en el 34, con un centro al área de Raheem Sterling que no detuvo el francés Hugo Lloris en su partido 400. El rechace cayó al alemán Ilkay Gundogan, quien no falló.
EL TOTTENHAM APRETÓ EN EL MOMENTO INDICADO
A la hora de juego el equipo londinense volvió a ponerse por delante. Son envió el balón al corazón del área en otra jugada de transición. Apareció Kane, que inició la jugada, y de primeras superó de nuevo a Ederson.
En el tiempo añadido el encuentro se agitó. El Manchester City encontró el empate gracias a un penalti por una mano del argentino Cristian Gabriel Romero que tuvo que comprobar el VAR y que transformó el argelino Riyad Mahrez.
Con el choque abocado al empate, un pase desde la línea de fondo de Dejan Kulusevski fue alcanzado, de cabeza, por Kane, que volvió a batir a Ederson para desesperación de Pep Guardiola y júbilo de Conte.