Con tan solo 21 años en aquel momento, el delantero no titubeó al observar la posición desfavorable del arquero rival desde el primer instante del juego.
Los registros de los goles más veloces en la historia del fútbol son una fuente constante de asombro y debate entre los aficionados. Entre los que se destacan se encuentra el legendario tanto de Roy Makkay a los 10 segundos en la UEFA Champions League contra el Real Madrid, o el increíble gol de Christian Benteke a los 7 segundos frente al Liverpool en 2013. Sin olvidar el reciente récord de apenas 6 segundos logrado por el portugués Rafael Leao contra el Sassuolo en 2020.
Pero todos estos, aunque impresionantes, quedan a la sombra de un récord sorprendente e imbatible: el gol más rápido en la historia del fútbol, una hazaña que solo tomó 2.4 segundos para concretarse.
Este récord histórico nos transporta al escenario del fútbol saudí, un momento que marcó un hito en el año 2009 durante un partido entre Al Hilal y Al Shoalah en la Copa Príncipe Faisal Bin Fahad. En aquel entonces, este partido no auguraba ser un evento memorable, pero todo cambió con un gol relámpago.
El autor de esta hazaña fue Nawaf Al Abeb, una figura icónica en la Selección de Fútbol de Arabia Saudita, que posteriormente se retiró en el Mundial 2022. Con tan solo 21 años en aquel momento, Al Abeb no titubeó al observar la posición desfavorable del arquero rival desde el primer instante del juego.
Antes incluso de que el árbitro diera inicio al encuentro, Nawaf había identificado la oportunidad y, en perfecta sincronía con el toque inicial de su compañero, no dudó en disparar al arco. Con una astucia impecable, a los escasos 2.4 segundos de comenzar el partido, el marcador se abrió con este gol histórico.
El gol más rápido en la historia de las Copas del Mundo
En el vasto mundo de los Mundiales de Fútbol, existe un momento que perdura como un destello en Corea-Japón 2002. Esa edición mundialista, repleta de sorpresas, vio la asombrosa llegada a las Semifinales de los equipos de Turquía y Corea del Sur, marcando un hito en la historia del deporte rey.
El enfrentamiento entre ambos equipos, no en la lucha por el título sino por el tercer lugar, se convirtió en el telón de fondo para un instante memorable. Hakan Sukur, el astro indiscutible de la Selección Turca, grabó su nombre en la historia anotando el gol más veloz en la historia de los mundiales, tan solo 11 segundos después del pitido inicial.
Fue un juego donde el equipo anfitrión comenzó con el control del balón, lo pasó a la defensa, y en ese preciso instante, Ilhan Mansiz presionó con intensidad, forzando el fatídico error. De repente, Sukur se encontró con el balón frente a la portería, disparando con un potente zurdazo que decretó el primer gol del encuentro.
Esta gesta resultó ser trascendental para que el equipo turco culminara su participación en el Mundial 2002 con un honroso tercer lugar, dejando una huella imborrable en la historia de la competición más importante del fútbol.