Michy Batshuayi, Jayden Oosterwolde y Bright Osayi-Samuel fueron algunos de los jugadores que provocaron la violencia.
TRABZON, Turquía.- El futbol turco fue testigo de un escándalo sin precedentes cuando el Fenerbahçe se enfrentó al Trabzonspor. Tras una victoria de 2-3, los jugadores Michy Batshuayi y Jayden Oosterwolde del Fenerbahçe provocaron a los aficionados con gestos desafiantes, lo que encendió la mecha de la discordia.
La afición del Trabzonspor, incapaz de contener su furia, invadió el campo en un acto de represalia. La situación escaló rápidamente a una batalla campal, con algunos jugadores del Fenerbahçe, incluido Bright Osayi-Samuel, intercambiando golpes con los fanáticos. El caos reinó hasta que la seguridad intervino, escoltando a los jugadores a un refugio seguro.
Este lamentable incidente, marcado por la violencia y la agresión, ha manchado la reputación del deporte en Turquía. Mientras tanto, el Fenerbahçe continúa su ascenso triunfal en la Superliga, ampliando la brecha a 30 puntos sobre su rival del día, el Trabzonspor, que se queda rezagado en la tercera posición.