Con brillantes goles de Edson Álvarez, Julián Quiñones y Orbelín Pineda, la Selección Mexicana aplasta a Panamá.
ARLINGTON, Texas.- En una noche estrellada en el corazón de Texas, el At&Stadium fue testigo de la Semifinal de la Concacaf Nations League entre México y Panamá se enfrentaban en un duelo que prometía chispas.
La rivalidad entre estas dos selecciones ha crecido intensamente en los últimos años, y esta noche no fue la excepción. El encuentro comenzó con un tanteo mutuo, donde ambos equipos buscaban imponer su estilo de juego. Sin embargo, la claridad no se hizo presente hasta el minuto 40, cuando la Selección Mexicana capitalizó una oportunidad de oro.
Luis Chávez, el mago de la pierna zurda del Dinamo de Moscú, ejecutó un centro perfecto que encontró la cabeza de Edson Álvarez. Como un martillo celestial, Álvarez mandó el balón al fondo de las redes, desatando la euforia de la afición mexicana, colocando el marcador 1-0 a favor de México.
La emoción apenas comenzaba. Dos minutos después, al 42, la dupla americanista hizo de las suyas. Henry Martín, con una visión casi quirúrgica, filtró un pase a Julián Quiñones. El mexico-colombiano, portando el número 9, desplegó su velocidad y dejó atrás a la defensa panameña para definir a primer palo, un disparo que el guardameta Orlando Mosquera no pudo hacer demasiado. A pesar de la señalización inicial de fuera de lugar, el VAR intervino para confirmar la validez del gol que dejaba los cartones 2-0 antes del descanso.
El segundo tiempo exigía una respuesta de Panamá, y al minuto 50, José Fajardo e Ismael Díaz intentaron acortar distancias. Pero se toparon con un muro infranqueable, Guillermo Ochoa, el arquero mexicano, quien con reflejos felinos detuvo los disparos y mantuvo su portería en cero.
La noche se consagró al minuto 66, cuando Orbelín Pineda recibió un pase ‘kilométrico’ de César Montes. Con la destreza de un ilusionista, Pineda controló el balón y, viendo al portero adelantado, lo superó con un “sombrerito” que se convirtió en un auténtico golazo, dejando la pizarra con un auténtico 3-0.
Con esta victoria contundente, la Selección Mexicana sella su pase a la Gran Final, donde se medirá contra la Selección de Estados Unidos el próximo domingo. El escenario será el mismo, pero la historia está por escribirse.