El estratega del Palmeiras, Abel Ferreira, no aceptó la eliminación de su equipo del Mundial de Clubes al caer por 1-0 ante el cuadro mexicano Tigres de la UANL, ya que aseguró que si no hubiera sido por ese penal, que para él no fue, no hubiera ganado.
QATAR - Abel Ferreira se convirtió en el villano y mal perdedor del Mundial de Clubes, pues después de que su equipo cayera frente a los Tigres de la UANL por la minima diferencia con un cobro de penalti del francés André-Pierre Gignac en las Seminifnales, el estratega se empeñó a despreciar la gallardía de la escuadra mexicana con severas declaraciones.
Ferreira no aceptó la derrota como se debía al tomarla de un mal modo de su parte y antiprofesional al argumentar que el jugador Carlos González, quien recibió la falta a favor dentro del area chica, hizo una gran actuación haciendole creer al arbitraje que si era una infracción veridica por parte de su jugador Luan García y que así fue la única medida para conseguir la derrota.
"En la primera parte nuestro rival tuvo más oportunidades, fue ligeramente mejor que nosotros; en la segunda parte, su experiencia, pudo ganarse ese penal", dijo.
Lo único que pudo aceptar Ferreira es que el cuadro mexicano si tuvo más resistencia y una mejor presión ante el número de veces que se apróximo a la portería del cuadro brasileño, pero arrebató todo el credito a los felinos por la hazaña que consumaron al convertirse en el primer cuadro mexicano en la historia del Mundial de Clubes en disputar una final.
"En términos generales, nuestro oponente ha sido un poco mejor, un pequeño margen. También por la experiencia de su delantero, no creo que mi jugador lo tirara de la camiseta. Al final se decidió por un detalle, el jugador rival convenció al árbitro de que había penal", sentenció.