La Reina Selene cambió la corona por la bandera.
Selene Montserrat Figueroa no solo tiene una belleza que deslumbra, sino también una pasión que la mueve: el futbol.
Esta joven duranguense, que fue coronada como Reina de Canatlán 22-23, ha decidido seguir su sueño de estar en el campo de juego, pero no como jugadora, sino como árbitra profesional.
Su amor por el balompié comenzó desde pequeña, cuando jugaba con sus hermanos y primos. Más tarde, se integró al equipo femenil de la Universidad de Juárez del Estado de Durango, con el que logró obtener la medalla de bronce en la Universiada Nacional 2018, celebrada en Toluca.
Sin embargo, su carrera como futbolista no pudo continuar, debido a que no había muchas oportunidades para las mujeres en este deporte. Fue entonces cuando conoció al árbitro Marco Antonio ‘Gato’ Ortiz, quien la animó a convertirse en silbante, al ver en ella las cualidades necesarias para impartir justicia en el terreno de juego.
Así, Selene se inscribió en el curso de árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, donde se graduó con honores. Actualmente, está registrada como árbitro asistente 2, pero también ha fungido como asistente 1 en algunas categorías.
Ha participado en la Tercera División, Liga MX Femenil Sub-19, Fuerzas Básicas Sub-14, Sub-16, Sub-18 y en la Liga Premier.
Su meta es llegar a ser árbitra central en la Primera División, y así demostrar que las mujeres también pueden hacer historia en el futbol mexicano.