Promes y otro sospechoso habrían repartido la cocaína en dos contenedores para moverla en barco.
HOLANDA – Quincy Promes, exjugador del Sevilla y actual del Spartak de Moscú, podría ir a prisión por tráfico de cocaína. La Fiscalía neerlandesa le acusa de importar y poseer más de una tonelada de esta droga desde Brasil a Bélgica en 2020.
Promes y otro sospechoso habrían repartido la cocaína en dos contenedores para moverla en barco hasta el puerto de Amberes. El segundo sospechoso, también acusado de blanqueo, podría recibir ocho años de cárcel y una multa de 10.000 euros.
Sería una prueba muy grande
La policía neerlandesa investigó a Promes, nacido en Ámsterdam, tras recibir información de que estaba involucrado en el tráfico de cocaína, poseía teléfonos criptográficos y habría invertido 200.000 euros en el negocio ilegal. La fiscalía dice que se le vigiló y se confirmó su participación en el tráfico de drogas por los mensajes de chat encontrados en los teléfonos incautados.
La fiscalía considera que Promes, al tener dinero para invertir en el tráfico de cocaína, está en un escalón alto en la escala organizacional del grupo de narcotraficantes.
Además, le reprocha que normalice y casi idealice esta actividad ilegal, que representa una grave amenaza para la salud pública. La policía belga interceptó uno de los contenedores con droga a tiempo.
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Promes, que juega al fútbol profesional en Rusia desde 2021, no participó en ninguno de los dos procesos judiciales y negó estar implicado en el tráfico de drogas.
En 2020, fue condenado a un año y medio de prisión por apuñalar y causar graves lesiones físicas a su primo en una fiesta familiar. El Ajax, equipo para el que jugaba cuando fue detenido, lo vendió al Spartak de Moscú por 8,5 millones de euros más variables.