Más de 3 millones de espectadores mexicanos se congregaron en las salas de cine, permitiendo al empresario recuperar su inversión.
Carlos Bremer, reconocido magnate de Monterrey, quién falleció ayer viernes 5 de enero, era un apasionado del beisbol, desafió las advertencias de sus asesores financieros al invertir en un proyecto cinematográfico que capturó la esencia del triunfo en el ámbito deportivo. Su incursión en el mundo del cine con "El Juego Perfecto" fue un riesgo calculado que, a punto de desmoronarse, se transformó en un éxito resonante.
La película, que relata la legendaria victoria de un equipo infantil regiomontano en la Liga Mundial Infantil de 1957 en Williamsport, Pensilvania, enfrentó obstáculos económicos y de distribución. La crisis del 2008 dejó en suspenso su lanzamiento hasta que, en 2010, el destino unió a Bremer con Susan Buffet, hija del inversionista Warren Buffet, quien buscaba al productor de la cinta para una posible distribución.
La película sería distribuida solamente en los Estados Unidos, pero Bremer no aceptó y, según sus palabras, les dijo:
Yo la hice para que la vean los mexicanos, no los americanos. Además es la historia donde México le gana el campeonato del mundo a Estados Unidos en su casa por primera vez en la historia y además lo hace con una hazaña de un juego perfecto que nunca se ha repetido desde hace más de 51 años, ni se repetirá, según las probabilidades”.
La perseverancia de Bremer encontró su recompensa: la cinta se proyectó en 600 cines, superando con creces la meta inicial de 120. Más de 3 millones de espectadores mexicanos se congregaron en las salas de cine, permitiendo al empresario recuperar su inversión y, además, generar un millón de copias para donar a escuelas en México.
Bremer, conocido por su participación en Shark Tank México, reveló que tuvo que inyectar más fondos para asegurar que la película llegara al público mexicano. Sin embargo, su satisfacción fue plena al lograr no solo recuperar su inversión, sino también contribuir con copias gratuitas para la educación en el país. Esta apuesta no solo fue un éxito económico, sino un tributo al poder de una historia deportiva que trasciende fronteras.