La gravedad del evento llevó a la suspensión del partido tras consultas con el árbitro y el entrenador del Udinese, Daniele Cioffi.
El futbol italiano vivió momentos de tensión este domingo cuando Evan Ndicka, defensa del Roma, se desplomó en el campo durante el partido contra Udinese. El incidente ocurrió en el minuto 71, cuando Ndicka, de 24 años, se llevó la mano al pecho, provocando una inmediata reacción de los presentes en el estadio.
La rápida intervención del árbitro y del entrenador Daniele De Rossi fue crucial. Las asistencias médicas ingresaron con un desfibrilador, pero afortunadamente no fue necesario utilizarlo. Después de dos minutos, Ndicka fue retirado del campo en camilla, consciente y en condición estable.
El estado de salud de Ndicka preocupó a todos, incluido De Rossi, quien insistió en verificar personalmente la situación de su jugador antes de decidir sobre la continuación del juego. “Está bien”, aseguró De Rossi, aunque la gravedad del evento llevó a la suspensión del partido tras consultas con el árbitro y el entrenador del Udinese, Daniele Cioffi.
El gesto de solidaridad fue evidente cuando decidieron no proseguir con el encuentro, comunicando la decisión a través de sus capitanes a los aficionados presentes. La afición del Udinese respondió con aplausos, respaldando la suspensión del partido.
Ndicka fue trasladado al hospital Santa Maria della Misericordia de Údine para una evaluación más detallada, sin perder la conciencia en ningún momento. El partido, que estaba empatado 1-1 con goles de Pereyra y Lukaku, quedó pendiente de los últimos 10 minutos, que se recuperarán más adelante.